A lo largo de nuestra vida habremos escuchado mil teorías y mitos sobre el exceso de grasas en el jamón ibérico y pocas veces se han detenido a explicarnos todas las propiedades nutricionales presentes en este producto español que es un auténtico manjar de nuestra gastronomía.

Para empezar, convendría decir que el consumo moderado del jamón ibérico, en cualquiera de sus cuatro categorías y etiquetas/precintos, no es solo saludable, sino que altamente recomendable y cardiosaludable. No obstante, cabe recalcar que en sus categorías más altas, el precinto rojo y negro son todavía más beneficiosos, que son los jamones que comúnmente conocemos como “de bellota”: jamón de bellota ibérico y jamón de bellota 100% ibérico, respecto a los de cebo y cebo de campo (precinto blanco y verde, respectivamente).

Este alimento es rico en proteínas, hierro, minerales y vitaminas del grupo B, entre muchas otras cosas, que os explicaremos de forma escueta a continuación. Pero podemos empezar por decir que cuando nos referimos a un consumo moderado nos referimos a una frecuencia de consumo que va de 2 a 3 raciones de 100 gramos semanales. Es, sin duda alguna, un sustituto ideal para otras carnes rojas que tienen un mayor contenido en grasa saturada.

¿Por qué  deberíamos consumir jamón ibérico de bellota?¿Cuánto de bueno es para nuestra salud?

El jamón ibérico de bellota es un producto que puede y debe formar parte de una dieta sana y equilibrada. Como uno de los protagonistas de la Dieta Mediterránea, el jamón es fuente de proteínas de alto valor biológico y es rico en vitaminas, minerales y aminoácidos esenciales para nuestro organismo. Por si fuera poco, su perfil lipídico es equilibrado y moderado en calorías. 

Desde Julián Martín, empresa familiar de jamones y embutidos ibéricos salmantina, hemos aglutinado los 5 ingredientes y beneficios que puede aportarte disfrutar de este jamón para tu salud:

El ácido oléico, es bueno para tu corazón.

La grasa del cerdo ibérico, debido a que este ha tenido una alimentación natural a base de bellota – el animal consume una media de 10 kgs de bellota al día durante al menos 60 días- se caracteriza por tener un elevado contenido en ácido oléico (alrededor del 55-65% del mismo). 

Este ácido graso mono insaturado se puede encontrar en el aceite de oliva. Gracias a la vida en libertad en el campo y las dehesas del cerdo ibérico, los cerdos realizan el ejercicio que incide directamente en el contenido de colesterol presente en este producto, haciendo que no sea excesivo en dicha carne. Asimismo, influye su alimentación natural, basada principalmente en bellotas, cuyas tasas de ácido oléico llegan hasta el 65% de las mismas y en hierbas, raíces y gramíneas que contribuyen como sustancias antioxidantes.

Este ácido actúa como gran protector del corazón al mejorar y refuerza el endotelio, el tejido que protege las arterias y evita su inflamación, principal culpable de la mayoría de enfermedades cardiovasculares.
Es rico en vitaminas de la familia B, claves para tu salud cerebral y sistema nervioso. El jamón ibérico proporciona vitaminas B1, B6, B12.  Todas ellas son las encargadas de favorecer el desarrollo cerebral y velar por el correcto mantenimiento del sistema nervioso e inmunitario. La falta de estas vitaminas puede provocar problemas de salud derivados del cansancio, falta de apetito, estrés. La vitamina B6 mejora la circulación y la B12 previene la anemia.

Es rico en vitaminas de la familia B, claves para tu salud cerebral y sistema nervioso.

El jamón ibérico proporciona vitaminas B1, B6, B12.  Todas ellas son las encargadas de favorecer el desarrollo cerebral y velar por el correcto mantenimiento del sistema nervioso e inmunitario. La falta de estas vitaminas puede provocar problemas de salud derivados del cansancio, falta de apetito, estrés. La vitamina B6 mejora la circulación y la B12 previene la anemia.

Tampoco faltan minerales, alto contenido de hierro hemo y sodio (sal). 

El jamón ibérico de bellota contiene gran cantidad de hierro, calcio que son responsables del crecimiento y fortalecimiento de los huesos. Respecto al hierro hemo podemos decir que proviene de productos animales, como las carnes o los pescados,y se caracteriza por asimilarse mejor que el que está presente en verduras y hortalizas. Este hierro es el encargado de ayudar a diferentes proteínas a transportar el oxígeno a todo el cuerpo, en concreto a los pulmones y los músculos. Su carencia puede notarse visiblemente mediante la falta de energía y el envejecimiento de la fuerza muscular. 

El jamón nos aporta de una manera sencilla y rápida la cantidad de sodio que necesitamos dado que en el proceso de curación conocido como “salazón”, los jamones permanecen en sal durante un día aproximadamente por cada kg de peso. En ese sentido, cabe aclarar que el jamón no contiene mayores cantidades de sal que otros muchos alimentos y en su caso juega un papel crucial, dado que hace que la carne no se pudra y se cure en condiciones. 

Las grasas monoinsaturadas, las aliadas perfectas contra el colesterol.

El jamón ibérico de bellota es beneficioso para la salud cardiovascular, ya que al contener estas grasas mono insaturadas está demostrado que ayudan a disminuir los niveles de colesterol “malo”.

Aunque la grasa de cerdo aparece en las tablas de composición de alimentos con una elevada cantidad de ácidos grasos insaturados, en el caso del cerdo ibérico y debido a sus características únicas tanto a nivel de genética como de crianza, su composición en ácidos grasos es tan alta que podríamos llamar cariñosamente a este animal como “olivo con patas”.

Una ración de 100 gramos de jamón de bellota contiene un aporte de 250 kcal aproximadamente, por lo que su consumo de forma moderada puede ir de la mano de una dieta mediterránea equilibrada. Y respecto a su riqueza de ácidos grasos podemos decir que entre el 15% y el 20% del total del peso del jamón son grasas insaturadas y tan solo 8-9 gramos de cada 100 de producto serían saturadas. 

Proteínas, que actúan como propiedades antioxidantes y cuidan tu salud y estado anímico.

De cada 100 gramos de jamón ibérico de bellota podemos encontrar 34 gramos de proteínas, lo que significa que es un alimento idóneo para ganar masa muscular. Asimismo, diversos estudios confirman su capacidad antioxidante gracias al proceso de proteólisis. Durante la curación del jamón en bodegas naturales las proteínas se degradan en unidades más pequeñas como los polipéptidos, moléculas regeneradoras que contribuyen en la lucha contra el envejecimiento celular y actúan como antioxidantes en el organismo.

Por último, cabe decir que los altos niveles de triptófano en el jamón, aminoácido precursor de la serotonina, son buenísimos. Actúan como antidepresivos naturales y su consumo ayuda a combatir el estrés y reducir la ansiedad, mejorando así nuestro estado anímico. 

Te esperamos en nuestro siguiente blog. ¡Un abrazo grande del equipo Julián Martín y, por favor, mímate y cuídate de vez en cuando con este elixir de la vida y la salud!