Si te hablan de embutido ibérico ¿Cuál es la primera imagen que se te viene a la cabeza?
Probablemente, te acuerdes de ese momento en el que llegas hambriento de trabajar, sacas la tabla, el cuchillo y una pieza de lomo, chorizo o salchichón y empiezas a cortar, una y otra y otra rodaja.
Si echas la vista más atrás, seguro que también se te viene a la mente ese inmenso bocadillo de chorizo que tu madre preparaba para merendar (o para llevar al cole).
Sin embargo, este producto originario de nuestra península, no solo se presta al típico picoteo cuando se tiene hambre o al tradicional bocadillo de la merienda.
Además de su exquisito sabor y textura, el embutido ibérico destaca por su increíble versatilidad en la cocina. En este artículo, exploramos las múltiples formas en las que este manjar puede ser disfrutado y apreciado.
Embutido Ibérico, el aliado para los amantes de la cocina creativa

El embutido ibérico se convierte en un aliado invaluable en la cocina creativa, ya que su sabor intenso y su textura jugosa pueden realzar cualquier plato.
Su presencia no solo añade un toque de exquisitez, sino que también agrega complejidad y profundidad de sabores a las preparaciones culinarias.
Veamos algunas formas en las que se puede aprovechar la versatilidad del embutido ibérico en la cocina creativa:
Tortilla y revueltos
Esto es el claro ejemplo de que una simple tortilla francesa, puede convertirse en LA TORTILLA FRANCESA.
Corta en taquitos un poco de salchichón ibérico y pásalos por la sartén para dorarlos un poco. Sácalos y reserva para luego.
Prepara la tortilla como normalmente la haces, pero agregando los taquitos de salchichón que hemos reservado.
El sabor suave y cremoso del huevo se mezcla con los matices potentes del salchichón ibérico, dando lugar a un plus de sabor increíble.
¡También puede hacerse en revuelto!

Arroces y pasta
También podemos utilizar el embutido ibérico para darle un toque especial a platos de arroz y pasta.
Por ejemplo, al añadir trozos de chorizo ibérico al arroz, se infusiona el caldo con su delicioso sabor y se crea una base de sabor profundo.
Otro truco es enrollar embutido ibérico loncheado alrededor de pastas como los tortellini, añadiendo un toque ahumado y sabroso.
Ensaladas
Las ensaladas son sin duda uno de los platos que más variedad de sabores y texturas aceptan. Podemos mezclar dulce con salado, sabores amargos con ácidos, texturas cremosas con otras más ligeras…
¡Todo vale!
Añadir embutido ibérico, como por ejemplo unas finas láminas de lomo ibérico, puede ser un ingrediente clave para añadir sabor y textura a nuestras ensaladas verdes o únicamente de tomate.
Podemos también probar con unas virutas de salchichón ibérico, como topping para ensaladas de frutas o de queso de cabra, creando un contraste de sabores y una experiencia gourmet.
La presencia de embutido ibérico en los platos siempre añade un toque distintivo y un nivel de sofisticación a las preparaciones culinarias.
Explorar la versatilidad del embutido ibérico en la cocina creativa es una experiencia gratificante que seguramente sorprenderá y complacerá a los comensales más exigentes.
El Embutido Ibérico y los Maridajes Inolvidables
El embutido ibérico no solo destaca por sí mismo, sino que también se convierte en un compañero perfecto para otros ingredientes y bebidas.
Su sabor salado y su carácter intenso se equilibran maravillosamente con una amplia gama de sabores.
¡Aquí te dejamos algunos de los mejores maridajes con embutido ibérico! (Y no solo con bebidas)
Embutido Ibérico con queso

Los embutidos ibéricos encuentran una armonía excepcional con una variedad de quesos.
Por ejemplo, el lomo ibérico combina de manera espectacular con quesos suaves y cremosos, como el queso brie o el queso de cabra.
La combinación de la untuosidad del queso y la intensidad del lomo crea una experiencia gustativa única.
Asimismo, el chorizo ibérico se complementa maravillosamente con quesos de sabor más fuerte, como el queso azul o el queso manchego curado.
Embutido Ibérico con vino
Un acompañamiento perfecto para diversos tipos de vinos. El lomo, que normalmente tiene un sabor más sutil que otros embutidos, suele maridar con vinos blancos secos, como un Rías Baixas o un Verdejo, resaltando las notas frutales y refrescantes del vino.
Por otro lado, los embutidos ibéricos más intensos, como el chorizo o el salchichón, se armonizan con vinos tintos jóvenes y con cuerpo, como un Rioja o un Ribera del Duero, realzando los sabores especiados y la estructura del vino.
Embutido Ibérico y fruta
También puede sorprender en combinación con frutas. Las frutas frescas y jugosas, como el melón, la sandía o los higos, pueden ser el contrapunto perfecto para la salinidad y la intensidad del embutido ibérico.
La dulzura de la fruta equilibra los sabores salados y ahumados del embutido, creando una combinación deliciosa y refrescante.
Embutido Ibérico con panes y tostas

Tal como hemos dicho al principio, no podemos ignorar el hecho de que el embutido ibérico se disfruta al máximo entre unas rodajas de un buen pan.
Un pan rústico recién horneado o una tostada crujiente proporcionan la base perfecta para realzar los sabores del embutido.
Además, se puede añadir un toque adicional de sabor con un chorrito de aceite de oliva virgen extra sobre el pan o una pizca de sal marina, resaltando así los matices del embutido.
¡Se puede decir que el pan ha nacido para ser el fiel compañero del embutido ibérico!
Ya sea en una tabla, en bocadillos o como ingrediente principal en platos sofisticados, no hay duda de que siempre que haya embutido ibérico en la mesa ¡Éste será el protagonista!
La presentación perfecta del embutido ibérico
La experiencia gastronómica de comer embutido ibérico no estaría completa sin una presentación adecuada.
La forma en que se presenta el embutido no solo realza su aspecto visual, sino que también crea una sensación de anticipación y deleite en los comensales.
Tablas de embutidos

Una tabla de embutidos es una opción clásica y elegante para presentar el embutido ibérico.
Selecciona una tabla de madera de buena calidad y coloca diferentes variedades de embutidos en rodajas finas y bien dispuestas.
Acompaña los embutidos con quesos, aceitunas, frutos secos y una selección de panes crujientes.
Esta presentación permite a los comensales disfrutar de una experiencia de degustación en la que pueden apreciar la variedad y los sabores únicos de cada tipo de embutido.
Bocadillos: de lo informal a lo Gourmet
Si vas a optar por un bocadillos utiliza panes de calidad, como baguettes, y agrega lonchas de caña de lomo, chorizo o salchichón.
Acompaña los bocadillos con ingredientes como rúcula fresca, tomate en rodajas, queso fundido o una salsa especial.
La presentación de estos bocadillos en bandejas o platos individuales permite a los comensales disfrutar de una experiencia informal pero sofisticada.
El embutido ibérico es mucho más que un simple alimento. Es una expresión culinaria que nos transporta a las tradiciones y sabores de nuestra tierra.
Y tú, ¿Cómo comes el embutido ibérico?
¡Nos leemos en el siguiente post!